¡TENLO CLARO!

Las opiniones y pensamientos que expreso en mis escritos son meramente personales y no pretendo crear polémicas o falsas conclusiones sobre determinados temas, mi único objetivo es, ofrecer la máxima información sobre todo lo que acontece en nuestra ciudad en torno a sus fiestas y tradiciones. Mi objetivo siempre es y a sido "sumar" y no "restar", creo que eso beneficia a cualquier colectivo.Si deseas aportar ideas o sugerencias sobre algun articulo me gustaria que me lo comentaras enviando un correo a: jmgelda@gmail.com
GRACIAS POR TU COLABORACIÓN

t

t

sábado, 27 de febrero de 2010

TIEMPO DE CAMBIO


El Evangelio nos dice el Miércoles de Ceniza: “Convertíos y creed en el Evangelio”. Por lo tanto, la Cuaresma es un tiempo de conversión. Convertirse significa “volver”, “cambiar”, “renovarse”, “corregir el camino”, debemos de pasar de ser “hombre viejo” a ser “hombre nuevo”. “Hombre viejo” es el que vive a espaldas de Cristo y del Evangelio. “Hombre nuevo” es el que sigue a Jesús y vive según el Evangelio. Algunos cristianos creen que la conversión es sólo para los paganos y herejes… Y, por tanto, no necesitan la Cuaresma. Otros en cambio, piensan que con no comer carne los viernes o dejar de fumar ya han cumplido… Es una equivocación, si no hay cambio, no hay Cuaresma. Cuaresma es cambiar la vida.

El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia. Los Viernes de Cuaresma son días de abstinencia. Claro está que, ayunar por ayunar, no tiene sentido y no hace a las personas mejor… Sobre todo en los tiempos que corren en el mundo en que muchos ayunan y no es por Cuaresma, sino porque, no tienen qué comer. Para todo Cristiano abstenerse de comer carne es un signo que tiene importancia por lo que significa. El “ayuno y la abstinencia” son signos de conversión, pero, no son “la conversión”.

El ayuno es signo de que tú: quieres “ayunar de pecados”, solidarizarte con los hambrientos, frenas el consumismo, quieres compartir lo tuyo, prefieres el pan de la “Palabra”.

La abstinencia es signo de que tú: quieres “abstenerte del pecado”, no te comes el pan de los pobres, te “mantienes en forma” por dentro.

Todo esto no tiene sentido si no se cambia el corazón.

La Cuaresma es un tiempo de renovación para la comunidad, si no la hacemos todos juntos, no es Cuaresma. Hace Cuaresma: la pareja, el grupo, la parroquia, la familia, la comunidad. La Cuaresma no se puede hacer solo. El modelo de cambio está reflejado en el Evangelio a través de la Palabra de Dios. Cuaresma es un tiempo favorable para el anuncio y la escucha de la Palabra. Decía San Jerónimo: “Ignorar el Evangelio es ignorar a Cristo”. Jesús decía: “no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de mi Padre”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario